Shakira hizo cantar, bailar y emocionar a una 27 mil personas en el estadio «Ernesto Martearena» de Salta. La noche cálida y tranquila de un martes, bajo un cielo estrellado, explotó de júbilo con una expresiva y radiante colombiana que cantó en casi dos horas de un vibrante show con más de 20 de sus pegadizas canciones. La producción local tuvo inconvenientes en la organización del ingreso de la gente y quejas por el retraso de dos horas en la apertura de puertas que afectaron las actuaciones de Los Huayra y a Calle 13.
Shakira se entregó a casi 30 mil personas
El traspié que tuvo la producción local pasó al olvido cuando Shakira apareció, no en el escenario donde todos la esperaban para la explosión del inicio, sino sorpresivamente en medio del campo de juego entre la multitud vestida como una princesa con una exótico vestuario fucsia, tal como está en las fotos de su último disco “Sale el Sol”.
“Salta, esta noche estrellada es para ustedes y vamos a disfrutarla por completo. Salta, esta noche soy toda tuya…”, gritó y arrancó su la fiesta con su tema “Años luz”, pegado a “Te dejo Madrid”, que fueron punto de partida del éxtasis de casi dos horas de intenso show. Sobre la multitud que concurrió, la Policía contabilizó 22 mil personas, en tanto la producción de Shakira y un directivo del Estadio aseguraron a Calchaquimix que lleno todos los sectores -sobre todo el campo donde todos están parados- entran más de 27 mil personas.
Con su tema “Pies Descalzos/Sueños Blancos”, se quitó sus zapatos y descalza como una gitana, una loba, una loca, no paró de bailar, contornearse, seducir y recorrer de una punta a otra el gigante escenario. En cada uno de sus gestos y finales de temas, una multitud de manos levantadas le demostraba su adoración.
El increíble del avance tecnológico puso también su parte que se sumó a la efectividad al recital. El sonido hizo vibrar literalmente las estructuras del estadio, tanto que, en el sector de plateas techadas la gente pudo sentir que caían pequeños grumos de arena o cal, que se desprendían por los poderosos sonidos graves de los tambores.
Las tres mega pantallas de los costados del escenarios y del centro, mostraron con toda nitidez y detalles cada ínfima parte de su escultural cuerpo, gesto, miradas provocativas y seductoras. Sin que ella lo notara, se la vio hermosa y exótica. Su simpatía y buen humor, dejó traslucir una cierta felicidad por su supuesto y comentado enamoramiento.
La noche tuvo en todo momento, puntos relevantes incluso con un par de covers. Uno de ellos (“Nothing Else Matters”) fue excelso acústico de violín, bombo, tambor peruano y guitarra y el otro “Gordita” (con René de Calle 13, pero solo en la pantalla porque se fue enojado) y el punto explosivo y culminante con “Hips Dont Lie” y
Waka Waka (Esto es África).