“Los Ocloyas”, músicos originarios de Iruya, población ubicada al Norte de la provincia llevan sus coplas y canto a los carnavales de la capital salteña y de Jujuy. “De mi pago he venido/solamente por cantar/pasando el río crecido/casi me’i hecho llevar”, entonan con cajas e instrumentos andinos, canciones, coplas y tonadas contienen letras costumbristas en su recorrido por los bailes tradicionales por el desentierro del carnaval.
En esta temporada de carnavales y celebraciones a la Pachamama, «Los Ocloyas» realizan una gira de actuaciones. Este domingo 7 están en Cachi en un encuntro de copleros; el 11 en la ciudad jujeña de La Quiaca en el Encuentro de Comadres por el carnaval; el 12 de febrero en el Festival de la copla de Abra Pampa.
La finalidad artística se conjuga con la difusión de sus costumbres de su tierra y la música autóctona originaria, que ellos afirman: «Lo hacemos como un homenaje a nuestros ancestros porque se están perdiendo».
Todo su repertorio propio de su terruño está incluido en sus nuevos CD y DVD, del conjunto integrado por Teodoro Héctor Amante (canto e instrumentos de vientos), Luisa Eluteria Camino (caja y canto), Héctor Enrique Amante (caja y canto), Patricia Andrea Amante (canto y caja). Sus presentaciones musicales se combinan con ceremonias típicas y vestuarios de épocas originarias trasmitidas a sus descendientes a través de varias generaciones.
Los Ocloyas, saben de cantos ancestrales y desde su incursión por escenarios de la capital a su espectáculo integraron una ceremonia autóctona conocida como el “Misa Chico”, que muestra la típica danza andina llamada la “cuarteada de cuartos”, en la que llevan el cordero sobre sus cabezas danzando alrededor de la imagen de un santo, y que en este caso, simboliza la ofrenda del pueblo a San Santiago Apostol, patrono de Santa Victoria.
El grupo se formó oficialmente en el 2005 como Ocloyas (en el lenguaje quechua significa “Coyas”),que está integrado por sus creadores Luisa Camino y Héctor Amante, quienes cantan juntos desde 1992.
Los Ocloyas le cantan al amor, a la pachamama, a sus vivencias, a los santos y virgenes de su pueblo. Sus letras contienen un sentimiento de arraigo, de pertenencia de la supervivencia, la justicia social y también de la felicidad de haber nacido en una zona con climas rigurosos, pero de tierra generosa.
Algunas de sus coplas dicen: “Yo soy como la berbena/ que nace en los campos/yo soy como la pastilla/ que en tus labios se deshace”.
“Pobre mi patria argentina/ la justicia va mermando/los ricos comen la torta/y los pobres se quedan mirando”.
“Unos ojistos estoy viendo/ bajo la ala de un sombrero/me han dicho que tienen dueño/ y asi con dueño los quiero”.
Entre las piezas plasmadas en sus discos están “Tonada del Carnaval”, “Contrapunto”, “Carnavalito”, “Carnal de Santa Victoria”, “Carnaval del Erke”, “Tonada de Pascua”, “Yerra y señalada”, “Erke Iruyano”, “Yo soy el pueblo viejo”, “Arito tiene mi caja”. “Desde Iruya he venido”, “Yo soy como la verbena”, “Solita vivo en mi casa”, “En Iruya fue nacida mi madre”, y “Cantares de mis ancestros”, entre otras canciones y coplas.
- Fotos: Isidoro Zang
