Ana Carolina Varvará, solista de la Orquesta Sinfónica de Salta con el arpa nuevo en sus manos no oculta su alegría. Dice que para la Orquesta el cambio era enorme y necesario. El Arpa fue donada ayer a la Orquesta Sinfónica en un acto realizado en el Teatro Provincial, por parte de autoridades de la Cerveza Salta. Comienza la temporada 2009 de la Orquesta.
Es un «Aria Grand Concert Model», valioso instrumento que ya forma parte del patrimonio orquestal de Salta. La solista Varvará relató a Nuevo Diario sus desavenencias con la antigua arpa. “Yo venía tocando en arpas viejas. Cuando la gente dice “sonaba como arpa vieja”, es porque era así. En la Orquesta había una de 90 años y la otra más de 100, ya no se podía arreglar más. Tenían un montón de problemas. Veníamos salvando la situación de distintas formas y bueno ahora es una tranquilidad ahora se puede tocar todo”, puntualizó.
Afirmó que no es un instrumento como un violín, que cuando más antiguo mejor suena. “Un arpa cuando es vieja suene no suena mejor. Porque tiene un mecanismo para mover los pedales dentro del arma que se deteriora. No es cuestión de la madera y la resonancia. Lo que se arruina es el mecanismo, cuando eso se desgasta pierde todo su buen sonido”.
El arpa, como instrumento, es bastante ingrata. Cuesta un poco sobrellevarlo. La carrera es muy larga, es un instrumento muy difícil técnicamente. Yo creo que es mucho más difícil que otros, llegar a tocarla bien es una meta muy grande. Y es ingrato porque además de difícil, es muy costosa para un músico, es también muy difícil conseguirlo en Argentina y el tema de trasladarse con el instrumento, no es como tener una flauta o el violín”, aseguró.
“Bueno, ahora como dijo el maestro Luis Gorelik, vamos a aprovechar que la tenemos. A parte del trabajo de orquesta, pensamos realizar conciertos solistas, de arpa sola y música de cámara. El arpa tiene mucha presencia en las obras barrocas y desde la época del romanticismo los compositores para obras clásicas y grandes orquestas”, concluyó Ana Varvará.
