El «Cuchi» Leguizamón falleció el 27 de setiembre del 2000, dos días antes de cumplir 83 años. A diez años de su fallecimiento como un tributo se organizaron dos conciertos. Uno en nuestra capital y otro en Cafayate en el marco del programa nacional Yo tengo tantos hermanos por el Bicentenario.
A diez años de su fallecimiento
El homenaje al «Cuchi» consistirá en la presentación del concierto «Leguizamón por Leguizamón – Corazonando», donde el cantante e hijo del compositor salteño Luis Leguizamón interpretará clásicos de la obra de su padre el miércoles 29 de setiembre a las 19.30, en la sala “Juan Carlos Dávalos” de la Casa de la Cultura.
Para la ocasión participarán como músicos invitados Pablo Fraguela (piano) y Juan Carlos Marín (bandoneón). Se proyectará además el documental «Cuchi» del cineasta José Issa y se realizará una charla-debate.
Este programa nacional se realiza a través de la Dirección Nacional de Artes, creado en el 2008 con motivo de conmemorarse el centenario del nacimiento de Atahualpa Yupanqui y como parte de las actividades por el Bicentenario.
La serie de homenajes se viene realizando en varios puntos del país como un tributo a los referentes de la creación del arte popular como Los Hermanos Abalos, Gustavo «Cuchi» Leguizamón, Hugo Díaz, Sixto Palavecino y Mercedes Sosa, entre otros.
La organización esta a cargo de Secretaría de Cultura de la Nación- Dirección Nacional de Artes; Secretaría de Turismo y Cultura de la Provincia de Salta.
El eterno «Cuchi» Leguizamón
El reconocido músico salteño nació en Salta el 29 de septiembre de 1917 y falleció el 27 de septiembre del 2000. Músico, compositor y pianista, fue uno de los referentes y renovadores fundamentales de la música popular argentina.
Su primer premio lo obtuvo recién en 1965 con «La zamba soltera» y si bien jamás fue al Festival de Cosquín en 1973 ganó el premio con la zamba «Bajo el azote del sol», con letra de Antonia Nella Castro. Abogado de profesión, ex Fiscal de Estado de la Provincia de Salta, diputado nacional y, fundamentalmente, creativo, músico de alma, cantor social y personaje único lleno de ironías, historias y sentencias.
Amigo del recordado «Mono» Villegas, admiró, también a los brasileños: Buarque, Vinicius y Nascimento; y al jazzista Ellington. Obtuvo numerosos reconocimientos, hizo la música para la película «La redada» y fue y es admirado por sus pares a nivel mundial y de los más diversos cantantes que interpretaron e interpretan sus obras: desde los Illpau hasta la joven Esperanza Spalding; y su versión de «Cantora de Yala».
Al Cuchi le debemos su amistad con el gran poeta Manuel J. Castilla y la gestación de obras memorables como «Zamba de argamonte», «Zamba de Anta», «Balderrama», «La Pomeña», «Zamba de Lozano», «Maturana», «La arenosa», «Zamba de Juan Panadero», «Zamba del pañuelo» y «Cantor del obraje».
Musicalizó a Borges, Neruda, Anzoategui, Jaime Davalos («Zamba de los mineros»), Miguel Angel Perez («Si llega a ser tucumana), Armando Tejada Gómez («Zamba del laurel»), entre otros.
