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El adiós a Leonardo Favio

El notable actor, director de cine y cantante falleció a los 74 años por un agravamiento de su estado de salud, ya que llevaba años luchando contra una serie de afecciones crónicas. Leonardo Favio fue uno de los directores más importantes de la historia del cine argentino, al que legó títulos como «Crónica de un niño solo», «El romance del Aniceto y la Francisca», «El dependiente» y «Perón, sinfonía de un sentimiento». Sus restos son velados en el Salón Azul de la Cámara de Senadores.

Nacido como Fuaf Jorge Jury en Luján de Cuyo (Mendoza) en 1938, Favio construyó a lo largo de una extensa carrera artística y, fundamentalmente desde el cine, una estética personal en la que reconoció y expresó una filiación y pertenencia ideológica, resaltando la dimensión afectiva que incorpora a la política argentina el Peronismo como novedad histórica.

Favio fue un cineasta autodidacta impulsado por una necesidad vital y aprendió gran parte de lo que sabía en los sets, trabajando como actor a las órdenes de directores experimentados como Leopoldo Torre Nilsson, Fernando Ayala, Daniel Tinayre, Manuel Antín, José Martínez Suárez, René Mugica y Rubén Cavallotti, entre varios otros.

Las magníficas imágenes de sus películas concentran preocupaciones humanas y elecciones estéticas que expresan la mirada del mundo y el imaginario poético de este artista cuya escuela fue la calle y la marginalidad, y también sientan las bases de un estilo, la marca que distinguirá a través del tiempo a un autor de su talla.

El romance del Aniceto y la Francisca”, “El dependiente”, “Juan Moreira”, “Nazareno Cruz y el lobo”, “Soñar soñar”, “Gatica, el Mono”, “Perón, sinfonía de un sentimiento”: en cada uno de esos filmes Favio advierte acerca de la persecución impiadosa a la que la sociedad somete a aquellos que se animan a luchar por conservarse puros e inocentes, ajenos a toda imposición interna o externa.

Su último trabajo fue “La buena gente”, uno de los cortos integrantes del grupo de los dedicados al Bicentenario producidos por la Secretaría de Cultura de la Nación. En carpeta Favio atesoraba “El mantel de hule”, una historia en la que incluiría muchas referencias personales relacionadas con su infancia en Mendoza.

De todos los grandes creadores de la historia del cine nacional, Favio fue el más genuino y el más identificable, curiosamente también el más exitoso. En su última aparición frente a público al recibir en 2009 el Cóndor de Plata por “Aniceto” predijo: “Nadie podrá decir de mí que fui un desagradecido”, y lo demostró agradeciendo el presente político y cultural de la Argentina, “…con el que soñaba desde chico”, dijo.

Cuatro décadas de romanticismo

Leonardo Favio sorprendió al lanzarse como cantante y compositor a fines de la década de 1960, cuando ya llevaba varios años de fama y respeto como actor y cineasta.

Sus temas impactaron por su cotidianeidad marcada por un fuerte sentimiento romántico, que muchos contemporáneos tomaron como referencias personales e hicieron suyos, al punto de hacerlos funcionar como música de fondo de sus propios amores.

A la altura de «Fuiste mía un verano» y «Ella ya me olvidó» las discográficas incluían esas canciones en los viejos vinilos al tiempo que también se editaban en formato simple, unos recordados discos de 17 centímetros de diámetro con un solo tema por lado.

Sus álbumes fueron «Fuiste mía un verano» (1968), «Leonardo Favio» (1969), «No juegues más» y «Vamos a Puerto Rico» (1971), «Favio 73» y «Hola che» (1973), «Era… cómo podría explicar» (1974), «Este es Leonardo Favio» y «Nuestro Leonardo Favio» (1977).

La lista sigue con «Hablemos de amor» (1978), «Aquí está Leonardo Favio» (1983), «Yo soy» (1985), «Te dejaré» (1990), «Antología musical» y «Un estilo» (1992), «20 de colección (1994), «Idolos de siempre» (1996), «Me miró» (1997), «Tesoros de colección I y II» y «De amor nadie muere» (2000), «Idolos de siempre» (2001) y «30 grandes éxitos I y II» (2010).

El mundo artístico y del cine nacional, actores, cantantes y directores de cine expresaron su reconocimiento a la figura del cantante y cineasta Leonardo Favio. El secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, consideró hoy que Leonardo Favio, «fue un artista del sentimiento, de lo popular, pero capaz de filmar un cine bellísimo y sublime. Un grande de la cultura popular, muchos logran acercarse a ese lugar desde un genero, pero él lo logró en dos géneros, en el canto popular y en el cine».

Graciela Borges, que fue dirigida por Favio en «El Dependiente», dijo: «me muero de dolor, y eso que estoy acostumbrada a la muerte. Creo que no quiero hacer más cine». El popular cantante español Raphael escribió: «ha fallecido Leonardo Favio, enorme cantante, compositor y director de cine. Querido amigo! descansa en paz».

Ricardo Darín declaró: «Me crié cantando las canciones de él y luego descubrí su cine. Lo que más siento y lamento de esta pérdida es él como persona, su autenticidad y sinceridad, estoy shockeado con esta noticia». Alfredo Alcón que trabajó con Favio en «Nazareno Cruz y el Lobo», dijo que «definir a Leonardo sería maniatarlo y Favio quería ser libre».

  • Fuente: Télam

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