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¿Dónde ponemos la esperanza?

El cantautor Raly Barrionuevo, fue consagrado como “El artista Baradero 2009”, en la 35 º Festival de Musica Popular Argentina, un encuentro al que asistieron más de 30.000 personas durante las cuatro jornadas de la semana pasada. Es el primer año que se entrega este galardón. Raly emocionó con una presentación contundente frente al público.


En la Serenata a Cafayate en Salta paso algo similar. La gente escucha con respeto las letras de sus canciones que tienen cierto condimento musical y una prosa comprometida. Raly Barrionuevo pisó este año por primera vez el escenario “Payo Sola”. Su gente lo viva, participa, baila y sus canciones generan una reciprocidad energética, casi espiritual. Barrionuevo charló con Nuevo Diario, en Cafayate.

El cantante nació el 14 de agosto de 1972 en la ciudad de Frías, provincia de Santiago del Estero. En sus recitales se escuchan temas de todos sus discos, en especial del último: “Noticias de mi alma”. La mayoría de las composiciones son propias y reflejan un talento indiscutido y personal como cantautor exponiendo su impronta contemporánea en obras de raíz folklórica con toques o arreglos rockeros.

En la primera tocada de un lunes en Salta salió airoso. A la hora cantar lo hizo con fuerza. Pero también a la hora de opinar. Hubo un tema que no se le escapó: “Tartagal es la cara visible de la vergüenza nacional, porque da mucha bronca que siempre los que ligan los pesares son los pobres y los que son responsables de los desmontes, niegan que algo tienen que ver los desmontes, están muy tranquilos cobijados en sus mansiones. Es una cara visible de esa decadencia que comenzó en la Argentina a partir del neoliberalismo”, sentencia.

¿Para vos lo de Tartagal es una decadencia regional o nacional?

Es nacional, porque también pasó con Santa Fe. Y que va a volver a pasar si no se toman cartas en el asunto porque, se está favoreciendo a los intereses de los mismos de siempre. Y bueno, a esa gente nunca le va a pasar nada. Los que van a sufrir, van a morir son los pobres. La visión oficial intenta hacer parecer que son catástrofes naturales, cuando todos sabemos que no es así. Vivimos ante una gran hipocresía y a través de la canción también hay que mostrarla ¿no?

¿Para cuando un nuevo disco, nuevas canciones?

No lo sé todavía. Está muy crudo todo. He sacado un disco hace un año y estamos aun con eso. Pero yo ahora estoy comenzando a escribir canciones nuevas. Toqué tres temas nuevos del último disco. Mis recitales contienen canciones de todos mis discos, es un repaso de todo.

Tu visión sobre la realidad es muy crítica, pero tenés composiciones relativas a la esperanza…

Si, a la gente le gusta mucho “Romance de la Esperanza”, y será porque la esperanza es algo que hay que construir también ¿no? No viene por arte de magia. El mundo juega con uno todo el tiempo. Es muy difícil dar consejos al respecto porque, cuando yo me imagine esta canción, pinté a la esperanza como una mujer, la corporicé a la esperanza. Digo que hay que cuidarla, que hay que mimarla, brindarle afecto y cariño; construirla todos los días, cuidarla. Porque si a uno se le muere la esperanza, está listo, está muerto…

¿Como se la cuida?

Fijándose a donde uno va a poner las esperanzas y las expectativas. Todos el mundo, los pobres, nosotros, vivimos esperando a los Mesías. Lamentablemente creemos que los Mesías son los políticos. Ahí creo que ponemos demasiadas expectativas en gente que solo tiene que cumplir una tarea de administración; cuando en realidad le estamos depositando nuestras esperanzas de vida, es una cosa muy cruel que suele suceder. Por eso hay que cuidar la esperanza y no ponerla en cualquier lado.

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