El Teatro Provincial de Salta que en alguna época se distinguió con las Normas ISO 9001 a la calidad de sus servicios, hoy se encuentra en serias dificultades de funcionamiento por recortes de partida de presupuesto y pagos a personal que no baja desde la Sub Secretaría de Producción Cultural, a cargo de Agustina Gallo Puló. Hubo descontrol de público y quejas en las funciones del Ballet de la Provincia el fin de semana último.
El Teatro Provincial tiene
problemas de funcionamiento
La estructura artística y cultural que depende del Ministerio de Cultura y Turismo de la Provincia hace tiempo que viene sufriendo los recortes presupuestarios en varias de sus áreas. El año electoral y un mal manejo en la distribución del presupuesto anual obligó casi a principios del 2015 a realizar serios recortes de partidas.
Hace poco el servicio de guardias y seguridad de los distintos museos, teatros, Casa de la Cultura, amenazaron con medidas de fuerza por falta de pago de los sueldos que debe abonar el Ministerio a cargo de Mariano Ovejero. Prácticamente no había ya servicios de acomodadores en las salas y ahora tampoco hay guardias de seguridad.
El fin de semana último en la presentación del Ballet de la Provincia en el Teatro Provincial se registraron inconvenientes con el público por la falta de acomodadores y seguridad, que obligaron al escaso personal a recurrir varias veces al servicio de emergencias del 911, Desde hace tiempo su director Raúl Costaguta viene abriendo como puede sus puertas y salvando situaciones producto de los recortes financieros que afectan su normal funcionamiento.
A este respecto Clachaquimix y Nuevo Diario hizo las consultas sobre la realidad de esta situación, pero el funcionario no quiso aclarar ni desmentir lo sucedido el fin de semana último. A esta altura tampoco se sabe si el público que ingresa gratuitamente a esa sala sin entradas, ante alguna contingencia, tiene pago la cobertura de seguro de espectador.
Las agitadas funciones del Ballet de la Provincia con la obra “El Lago de los Cisnes” evidenciaron la real problemática que atraviesa la sala. Según averiguó este medio, se produjo un notable descontrol en el público que pugnaba por ingresar. El ingreso era gratuito y por orden de llegada. No había acomodadores. Esta función desde hace meses la cumplían los guardias pero en esta ocasión tampoco había los guardias. Como la gente no tenía taquilla o número de butaca, se produjeron algunos forcejeos, que por suerte, no llegaron a proboemas mayores.
Las puertas de la sala se abrieron sin acomodadores, sin guardias de seguridad y el escaso personal que quedó (tres o cuatro personas), vivió una delicada situación de descontrol y quejas del público. Una de las noches el público agolpado en la puerta para ingresar, casi rompe las puertas de vidrio, por lo que se vieron obligados a llamar varias veces al 911.
Así, el Teatro Provincial, progresivamente está perdiendo su calidad de servicios por lo que fue distinguido. En otros tiempos la sala fue premiada por sus servicios de programación de uso de sala, venta de entradas, contratación de servicios de teatro, puesta en escena, ingreso, ubicación de espectadores en sala, prensa y difusión.
Lo que se pudo verificar el fin de semana que el Teatro Provincial no tiene casi ninguno de estos servicios porque se quedó sin los recursos necesarios para su buen funcionamiento. La razón puede encontrarse en el desvío de fondos hacia otros menesteres, o el desequilibrio financiero en el que está hoy inmersa el área de la Sub Secretaría de Producción Cultural, a cargo de Agustina Gallo Puló.
Otro dato para tener en cuenta es que la sala desde hace un par de años no puede generar sus propios recursos por la entrada gratuita de los elencos estables y también porque no se venden entradas anticipadas, incluso de los propios espectáculos que se realizan en el teatro, como ocurre en todos las salas del país.
Sobre este es un dato llamativo se averiguó que la administración de la sala no puede expender las entradas de sus espectáculos y cobrar sus comisiones, porque los productores locales con el consentimiento o acuerdo de funcionarios de Cultura, trabajan con empresas externas como «autoentrada.com» que tienen el sistema de venta en el Shopping Alto NOA y por Internet.
A estas alturas del año los problemas de funcionamiento en diversas áreas culturales ya son inocultables. Has recortes en programas, ciclos y auspicios. Lo sufren también los elencos estables que se ven obligados a cerrar sus temporadas en octubre; ademas de la desprotección que se registra a diario en espacios como la Casa de la Cultura, Centros Culturales y museos.